domingo, 15 de noviembre de 2009

Leña del árbol caído

Esta mañana de domingo hemos ido a ver al tito Manuel al hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. Lo ingresaron el jueves porqué está un poco malito y hemos dedicado la mañana del domingo a echarle una visita a él y a la tita Asunción. Hemos ido en coche y qué sorpresa la nuestra cuando subiendo por la calle Arquitectura, lugar de habitual estacionamiento para los que acuden al hospital, vimos que sendos laterales de la calle estaban pintados de azul y verde: a la izquierda pagan todos y a la derecha los residentes pagan menos y los visitantes pagan un montón. ¿Quién dijo crisis? ¡Que la pague el pueblo! ¿Las arcas del ayuntamiento de Barcelona están bajas? ¡Pues ponemos una zona azul de recaudación récord! ¡¡SINVERGÜENZAS!!
Para las fiestas de la ciudad vinieron los mejores grupos a los conciertos y el castillo de fuegos fue acojonante... para eso sí que hay pasta sí... Para subvenciones no, tampoco para mejorar las ayudas al parado, ni para fomentar más la creación de empleo, ni para mejorar la limpieza y seguridad de las calles, ni para hacer más asequible la educación de calidad. ¡¡SINVERGÜENZAS!!
Hace poco me multaron cerca de ese hospital en Barcelona. Un radar me cazó al circular por el lateral de una vía rápida a 96km/h lo que para ellos es una conducción temeraria, definición bastante discutible para mí. La culpa fue mía, sí. Ya lo pagaré aportando 310€ a su cuenta bancaria y restando seis puntos de mi carnet de conducir. Pero permítanme decirles a las autoridades: en una recta de más de 2km de largo, con una ligera pendiente descendiente y dos carriles de sentido único, sin pasos de peatones ni incorporación de vehículos es fácil embalarse: si no quieren que corramos pongan un badén, un resalto, bandas sonoras. Son medidas disuasorias igualmente efectivas, pero olvidaba que al ayuntamiento le da igual que casi nos matemos al volante, lo que quieren es que paguemos la multa. ¡¡SINVERGÜENZAS!! ¡¡LADRONES!!
Desde siempre mi ideología política ha tirado hacia la izquierda: me siento más obrero que patrón, pero siento rabia, desengaño y vergüenza de la inoperancia de los gobiernos y ayuntamientos de izquierdas. No saben lidiar con la crisis económica. No saben como reflotar la economía sin dañar al pueblo llano. Y cuando tienen dinero lo gastan generalmente en futilezas, en camelos, en cortinas de humo y tiritas para cortes profundos. Solo dios sabe cuántos votos ganaron los socialistas con los famosos 400€ de Zapatero, pero han sido útiles? Mi respuesta es no. Rotundo. Yo sigo en paro, sin cobrar nada por haber sido autónomo, con deudas carísimas con las entidades bancarias. y mis expectativas no son mucho mejores, por lo menos a corto plazo.
Legislando son buenos. La igualdad entre sexos, la educación de calidad, la ley del aborto, los derechos del trabajador, son asuntos que me tocan la fibra y hacen que finalmente acabe prefiriéndolos a otros... ¡pero es que están haciendo tan poco ahora! Y tiene que ser ahora, no sirve después. Después será tarde.
Hablando de los rivales, que me digan lo que quieran, pero la derecha española da pena, me produce una severa desconfianza y está descabezada. Cuando era el momento clave para suceder a la izquierda no estuvieron preparados. Aún los catalanes no estamos perdidos del todo, nos queda la opción de votar a otra derecha que no sea el Partido Popular. Aunque sinceramente mi opción, cuando toque, será votar en blanco. Ni paletos ineptos, ni caciques corruptos.
La política catalana y española necesita oír las voces de un pueblo desilusionado con sus representantes. No confío en ellos. Tengo problemas y no creo que sean capaces de tomar ninguna medida que pueda ayudarme significativamente. Hay que hacerse escuchar, la regeneración de la clase política es necesaria y el hastío general hace que sea la única salida.
Catalunya necesita sangre nueva en su gobierno, al frente y en la oposición. Hay que salir adelante, resucitar un país, romper con el agotado sistema autonómico español. Estoy harto de PSOE y PP, de Rajoy, Aznar, Zapatero, Saura, Carod-Rovira, Aguirre, Camps, Mas, ¡de todos! ¡Sin excepción! Terminaré citando al señor Labordeta cuando dijo las pocas palabras acertadas que se dijeron en mucho tiempo en un parlamento español:
Váyanse ustedes a la mierda

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