sábado, 7 de noviembre de 2009

Arremangado

Es noche fría y cerrada en Montornès. De momento el sueño no me acompaña. Me cuesta tocar con los pies en el suelo después de lo vivido. Las pocas personas que seguís el blog habréis notado que esta semana pocas novedades ha habido. Pues me es grato comunicaros que tengo trabajo y ese es el motivo por el que no me he podido dedicar al blog todo lo que quisiera.
El martes tenía cita el el Club de Feina de mi pueblo para recibir una carta de recomendación para los almacenes de El Corte Inglés. Justo ese día había comenzado a tomar la medicación para aplacar las funestas consecuencias que el estrés y el desempleo están causando en mi salud y en mi carácter. Recojo la carta y en la garita de la entrada de los almacenes recibo una llamada: es Miguel Ángel, un amigo común de Vanesa y mío. Junto con su mujer dirigen una pequeña empresa en Barcelona.
-Oye... me preguntaba si te iría bien trabajar unos días con nosotros. Es que nos ha entrado mucha faena de golpe y hemos pensado en ti.
No pregunté ni de qué era el trabajo, ni el horario, ni el sueldo, ni dónde era, ni cuánto duraría. Me daba igual.
-Ven ésta tarde y te enseño un poquito la empresa y la faena. Pásate de cuatro a siete.
Así lo hice. Luego puse mi despertador a las siete menos cuarto de la mañana. A las ocho empezaba a trabajar de nuevo. A mis treinta años, que sin ser muchos ya no son pocos, regreso al eslabón más bajo de la escala laboral: peón auxiliar. El sueldo no me alcanza ni mucho menos para pagar todos mis compromisos bancarios, pero menos alcanzo sin sueldo. Paso doce horas al día fuera de casa y el trabajo me hace sentir como Charles Chaplin en Tiempos Modernos, pero que nadie piense que me quejo. Quede claro que estoy tremendamente agradecido a ellos por la ayuda y la oportunidad que me han brindado, contento de tener una ocupación y contento por ella, por la Vane, que lo ha pasado muy mal conmigo y esto le ha devuelto la luz a su mirada.
Acepto mi presente con humildad. Reharé mi destino, a base de esfuerzo, de trabajar todos los días. Mi cuerpo vuelve a estar cansado, duermo bien... poco (como siempre) pero bien (como nunca).
Siento que la máquina ha arrancado, todo vuelve a funcionar. He dado los primeros pasos para salir del lodo.

AL TURRÓN!!!!!!!!!!!!! ...que dicen en Humor Amarillo...

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