viernes, 25 de diciembre de 2009

Més que un club



Hace unos años tenía un amigo que se llama Isaac, socio del Barça él y toda su família. Alguna vez me invitó amablemente a acompañarle al campo para ver el partido. Otras veces simplemente me ofrecía a llevarle en mi coche al campo y tomar juntos unas cervezas y unos frankfurts antes de entrar al Camp Nou. Por un amigo he hecho eso y mucho más. No dudaría en volverlo a hacer.
Recuerdo, entre las muchas cosas que me decía una en concreto, cuando manifestaba su enfado con la afición culé: son la mayoría unos viejos adinerados pesimistas y que no animan a su equipo y sólo hacen que criticar- decía. Yo comprobé que era cierto.
El club ha hecho que esto cambie, hace un fútbol que invita al optimismo, hace que realmente la esperanza sea lo último que se pierda, que anime y dé ganas de animar, la palabra remontada ya no suena a utopía. El Barça del 2009 es sin lugar a dudas el mejor equipo blau-grana de la historia y probablemente uno de los mejores equipos de fútbol de todos los tiempos. Guardiola ha sido valiente y ha revolucionado el concepto de equipo, las grandes alineaciones son once jugadores, a este Barça le queda pequeño esto, son más que once, no hay titulares induscutibles, casi no hay jugadores de segunda línea con pocos minutos. Valdés, Alves, Piqué, Márquez, Puyol, Xavi, Iniesta, Hleb, Eto'o, Gudjohnsen, Sylvinho, Ibrahimovic, Messi, Bojan, Pinto, Jorquera, Cáceres, Henry, Keita, Sergio Busquets, Pedrito, Milito, Maxwell, Chygrynsky, Abidal, Touré Yaya, Víctor Sánchez y Jeffren. Entrenados por Pep Guardiola y Tito Vilanova. Lujoso elenco.
El sábado pasado culminaron un año perfecto, la temporada total. Ganaron todos los grandes títulos posibles: la Copa del Rey de España, la Liga española, la European Champions League, la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubs. Algunos con autoridad, otros con sufrimiento, pero en todos vencieron.
Para mí, que tengo treinta años es inevitable establecer comparaciones entre aquél Barça conocido como "dream team" entrenado por Johan Cruyff y que tocó techo ganando la Copa de Europa en 1992 y el equipo actual entrenado por Guardiola. Lo encuentro infinitamente superior. No creo que nadie tenga ninguna duda. Yo, particularmente recuerdo las sensaciones que tenía en casa de mis padres cuando Ronald Koeman estaba a punto de chutar esa falta que se tragó Pagliuca, el portero de la Sampdoria ese 20 de mayo en Wembley. Mi sentir era pesimista, seguro que perdemos, nos la meten en cualquier contraataque.
Este año, en compañía de mi buen amigo Enric viví el momento glorioso de Don Andrés Iniesta en Stamford Bridge. El Barça marcó en el último suspiro antes de acabar el partido. Todavía se me ponen los pelos de punta cada vez que oigo al mestre Puyal narrar la jugada del gol. Él también se lo merecía todo esto. Ets molt gran Quim!



Pero esta vez sentía que se había hecho justicia, que no podía ser de otra manera, que hasta el pitido final había opciones... porqué somos un equipo grande.
Ésta imagen quedará para siempre grabada en mi retina. También el recuerdo de como un barrio silencioso estallaba en una repentina y unánime ovación. Yo salí al balcón y no me salió decir "gol"... dije ¡TOMA! Con muchas "oes" y con muchas "as" y un montón de veces.
Han pasado muchas cosas y precisamente por eso es fácil que algunas de ellas caigan en el olvido. Pero que nadie olvide que le metimos seis al Real Madrid en su propia casa y que además ese partido lo empezamos perdiendo por 1-0.
En esa ocasión la Penya Barcelonista de Montornès ofreció el partido en una pantalla gigante en el recinto del Stopping (la discoteca-teatro del pueblo) y fue un éxito de público que se vio exacerbado por el rotundo y contundente éxito deportivo. Un hombre mayor que había cerca nuestro le dijo a uno que tenía más o menos mi edad "No se si te das cuenta pero esto es histórico. De este día se hablará años más tarde"... Y cuánta razón tenía el hombre.



Tampoco olvidaré a Gerard Piqué enseñando la camiseta blau-grana a la afición merengue en ese partido de dibujos animados.
Pasamos por encima del Manchester United en la final de la Champions en Roma, por encima de Cristiano Ronaldo también.
Ganamos la final de la Copa del Rey con autoridad y también remontando un resultado adverso inicial.
Ganamos la liga cómodamente jornadas antes de terminarla.
Luego ha comenzado la temporada 2009-10 con los títulos de Supercampeón de España y de Europa.
Eto'o recibió la bota de oro, Messi el balón de oro y el FIFA World Player.
Ahora hace unos días fue la aventura saudí del mundial de clubes. Los más importantes de la historia del Barça, determinantes para culminar la temporada perfecta, para conseguir el único título que el Barça podía ganar y aún no lo había hecho. ¿No es preciosa?



La ganamos. Con sufrimiento pero con merecimiento, la ganamos. Otra vez sin cesar en el empeño marcando en el suspiro final del partido lo conseguimos. Un ataque constante y masivo contra la portería del equipo argentino rival nuestro en la final intentando remontar un gol adverso fruto de la única ocasión en contra de todo el partido, un golpe de suerte.
Venga que si jugamos así no podemos perder! Vamos Pedrito que hoy marcas! Pedrito! El único tío que ha marcado en todas las competiciones en una temporada! Eso no lo ha hecho ni Pelé, ni Maradona, ni Di Stefano, ni Cruyff, ni Van Basten, ni Beckenbauer, ni Ronaldinho, ni Romário... NADIE, SOLAMENTE PEDRITO!! Qué grande es este chico!! Merece toda mi admiración el hecho de que un chaval (porqué es un chaval...) no tenga miedo y sepa resolver así sin empequeñecerse, sin acobardarse al jugar ante casi cien mil personas que te miran y te gritan.




Pedrito marcó. Otra instantánea imborrable. Un gol casi imposible. Un remate de cabeza que volea por encima de los dedos de la mano levantada del portero del Estudiantes de la Plata. Minuto 89 de partido. Nadie había perdido la esperanza. Nadie había dejado de animar. Nadie había bajado los brazos.
Mi reverencia para este nuevo Barça, mi reverencia para esta nueva hornada de aficionados culés y su naturaleza optimista. El Isaac se lo merece, los culés como él nos lo merecemos.
Al final del partido Guardiola desató todos sus nervios, toda la tensión que llevaba dentro y rompió a llorar consciente de todo lo que había logrado, máxime teniendo en cuenta que era su primera temporada entrenando un equipo de la primera división, máxime superando todas las críticas, todas las opiniones tras empezar con mal pie perdiendo el primer partido. Gracias Pep, enhorabuena, por lo menos la mitad del éxito es tuyo.











3 comentarios:

  1. ¡¡ ME GUSTA EL BARÇA, PERO AÚN ME GUSTAS MÁS TÚ!!

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  2. Nena que me pones colorado! Aquí... delante de todo el mundo!

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  3. Grandee el barça, y grande tu articulo :)
    sigue escribiendo cosas como estas :P

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